PROYECTO QUE QUEÓ

Esta sección reúne las historias recuperadas en el marco de Que queó, un proyecto impulsado por la Asociación de Familiares y Amigos por la Recuperación de la Memoria Histórica de Jerez y Comarca, con el apoyo de la Diputación de Cádiz.

A través de la investigación histórica, la fotografía y el testimonio, este espacio da voz y rostro a las personas represaliadas por el franquismo en Jerez y su comarca, manteniendo viva su memoria y su dignidad.

Candela Núñez Gutiérrez (directora del proyecto Que queó) y Claudia García Moneo (redactora principal).

MANUEL DE LA CALLE CAMAS

Amaro de la Calle García.

“En mi casa nunca se había hablado de mi abuelo. Mi padre no hablaba de ellos. Mis hermanos mayores decían que era anarquista, pero nunca se definió qué le ocurrió al abuelo”, relata Amaro de la Calle García (1963, Jerez).

ANTONIO MORALES IGLESIAS Y JOSÉ ARJONA OCAÑA

Ana Morales.

“A raíz del asesinato de mi abuelo Antonio, todo fue mal. La familia se rompió”, así narra Ana Morales (1971, Jerez) el desenlace de los familiares de las víctimas del Franquismo.

JOSÉ MANUEL LEÓN RODRÍGUEZ

Ángel Luis León Caballero.

“De buenas a primera, mi abuela Ana se ve en la calle con cuatro hijos, comparte Ángel Luis León Caballero (Jerez, 1959), quien denuncia el fusilamiento de su abuelo José Manuel León Rodríguez, popularmente conocido en Jerez como ‘El latero de la calle Francos’, así como todo lo que después ocurrió tras el asesinato de su abuelo paterno.

JOSÉ GÁLVEZ POZO

Ángeles Barba Gálvez.

¿Qué venís a comprar la sangre de mi marido?”, así de firme se mostró Ángeles Fernández Solís cuando rechazó la pensión para las viudas de guerra. “Mi abuela renunció porque tenía que firmar que su marido había fallecido y ella les dijo: No, mi marido no ha fallecido. A mi marido lo han matado y eso no lo voy a firmar”, relata su nieta Ángeles Barba Gálvez (1966, Jerez)

MIGUEL GARCÍA ROMÁN

Un retrato de Miguel García Román.

En el año 1996, Antonio García Fernández (Jerez, 1963), nieto de Miguel García Román (Jerez, 1904), conocido como ‘El Niño de los Nardos’, decidió entrevistar a su tía, Ana García Román, para que contara la historia de su hermano, perseguido y fusilado en el Alcázar de Jerez de la Frontera, en el año 36.

MARÍA HORMIGO REINA

Celestina González Galán.

“Mi tía le llevaba todos los días la comida a mi abuela, a la cárcel. Le hacía la canastilla, los trapitos que le pudiera hacer en aquellos tiempos. Imagínate. Y el día en que mataron a Primo de Rivera, la ejecutaron a ella”. Así narra Celestina González Galán (1948, Jerez) el último día de vida de su abuela paterna María
Hormigo Reina.

JOSÉ SÁNCHEZ BARRIOS ‘EL ABUELO VIRUTA’

Daniel Jiménez Sánchez.

José María Sánchez Barrios (Jerez, 1896), conocido popularmente como ‘El Abuelo Viruta’, no aparece en este libro como fusilado, sino como apuntador. Porque gracias a su diminuta libreta, donde fue apuntando a todo aquel que iba desapareciendo o era arrestado tras el Golpe de Estado, “se ha conseguido un registro fiable” de los asesinados por el bando sublevado en Jerez de la Frontera.
“Mi abuelo registró hasta 131 personas, constatadas con su nombre, apellido o apodo, y sus profesiones”, señala su nieto Daniel Jiménez Sánchez (Jerez, 1971).

ANTONIO RUIZ TERÁN

Diego Yesa Ruiz.

“Antonio, ten cuidado, que van a ir a por ti. Estás en una lista”, le alertaron sus amigos. “Yo por qué me voy a esconder, si no he hecho nada malo”, contestaba Antonio Ruiz Terán (1892, La Puebla del Río). “Mi abuelo era vicepresidente del sindicato Unión Jerezana de camareros, y él lo que hacía era trabajar por mejorar las condiciones laborales de los camareros”, cuenta con admiración su nieto Diego Yesa Ruiz (1960, Jerez).

JUAN PAVÓN TORREGROSA

Fina Pavón Cardoso.

“Busco a mi tío Juan Pavón Torregrosa (1917, Jerez), que lo mataron con 18 años”, saluda su sobrina Fina Pavón Cardoso. “Que lo mataron, eh”, enfatiza con rabia. “Como mi tío hay miles y miles de personas en las cunetas que todavía no se sabe nada, y yo me moriré y no sabré nada”. Tras el alzamiento del 18 de julio del 36, “llamaron a la puerta de mi abuela —el número 18 de la plaza Monti— y le preguntaron por su hijo Juan”.

JERÓNIMO BAREA CASTILLO

Joaquín Vergel Barea.

Conozco la historia de mi tío abuelo Jerónimo porque mi abuelo Joaquín, que debería de haber sido mi padrino, no aparecía en las fotos que teníamos de mi bautizo. Al principio era muy reacio a contarlo, pero un día le pregunté a mi abuelo y me dijo que él no entraba en las iglesias porque los curas habían matado a su hermano”. Así comienza a narrar Joaquín Vergel Barea (1962, Jerez), la historia de su tío abuelo materno, Jerónimo Barea Castillo.

VICENTE CASTILLA FLORES

José Castilla Flores.

“Papá, yo quiero ver al abuelo. Y un día, me dijo: Pepito, hijo, vamos a ir a ver al abuelo. Y me llevó al cementerio viejo, en la calle Santo Domingo, antes de llegar a la plaza del Caballo. Me dijo, mira: Ahí está tu abuelo. Y me señaló la fosa común, donde se veían los cadáveres amontonados”, relata José Castilla Fernández (Jerez, 1955), nieto del fusilado Vicente Castilla Flores en el verano de 1936, tras el alzamiento del bando sublevado. “Ese momento lo sufrí mucho. Me impactó. Y yo creo que ahí ya se me quedó. Le fui dando vueltas y…”, añade emocionado.

JOSÉ GÓMEZ CANTILLÓN

De izquierda a derecha, María, Elena (su hija) y Ángeles ( su hermana).

“Pero ya no regresó. Lo apresaron a él y a otros compañeros del Ayuntamiento, y a muchos vecinos del barrio de San Miguel, de la calle Cazón. Él pensaba que no le iba a pasar nada porque los guardia civiles eran vecinos de toda la vida; eran amigos… Quedaban para charlar, echarse unos vinos… No pensó que fueran a ir a más, que fueran a hacer algo grave. Y que fueran ellos mismos los que…”, cuenta Elena Moreno Gómez (Jerez, 1978), nieta del fusilado José Gómez Cantillón tras el Golpe de Estado de julio de 1936.

MANUEL MATEO CALLEALTA

Manuel (Abuelo), Jose Manuel (Hijo) y Jose María ( Nieto).

Manuel desapareció una noche, en la calle Molino de viento, en el barrio de San Miguel, donde él vivía. “Mi abuela me contó que mi padre venía de trabajar. Se estaba lavando para cenar y acostarse. Y llegaron allí dos o tres de estos que habían entonces. Y preguntaron por él. No, es para hacerle unas preguntitas, dijeron. Se lo llevaron en un coche y adiós que te vi. Yo tenía 2 años entonces…”, relata Manuel Mateo Santiago (Jerez, 1934) entrecortado.

MANUEL MONTES DE OCA

Juan Canca y Fernando López, Abuelo y nieto.

“Yo no he conocido a mi abuelo. Mi familia, mi madre, mi tío: todos; nunca hablaron de él. Y lo único que supimos mi hermana y yo, cuando ya éramos mayorcitos, es que el abuelo tenía un camión; y que desapareció el camión y el abuelo. Y ya”, cuenta Juan Luis Canca Montes de Oca (Jerez, 1939), quien decide narrar lo que le ocurrió a su abuelo materno Manuel Montes de Oca (su segundo apellido, lo desconocemos), para sacarlo del silencio, de la inexistencia.

LUIS CHACÓN GONZÁLEZ

Luis Chacón Molina.

Luis Chacón Molina (Jerez, 1957) está inquieto. Nervioso. Hoy se sienta a contar la historia de su tío Luis Chacón González; para honrar a su padre José Chacón González. Porque si Luis siguió vivo tras ser fusilado en el 36, fue gracias a la memoria y el recuerdo siempre presente de su hermano José. “Mi padre lo pasó muy mal en su vida. Lo echó mucho de menos. Y me lo contaba una vez y otra vez, y otra vez hasta que… me lo inculcó”, expresa Luis.

ANDRÉS ORTEGÓN LINARES

“Aquí descansan los restos del íntegro Andrés Ortegón. Todo el batallón lo llora por su noble corazón. Sus queridísimos padres, aún sin saber nada, pero quedan en su lugar Ildefonso y su compañera Juana”, se puede leer en la lápida del nicho donde enterraron a Andrés Ortegón Linares (Jerez, 1912), en el cementerio de Torredelcampo, Jaén. La historia de este jerezano es diferente a la del resto de víctimas del franquismo que se recogen en este libro. Porque Andrés no fue señalado ni arrestado, sino que fue movilizado por el ejército de Franco.

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