Investigación, Testimonios

JOSÉ SÁNCHEZ BARRIOS ‘EL ABUELO VIRUTA’

11 Nov , 2025  

DANIEL JIMÉNEZ SÁNCHEZ Cuenta la historia de su abuelo materno, JOSÉ SÁNCHEZ BARRIOS ‘EL ABUELO VIRUTA’ (Jerez, 1896)

—Viendo esta mañana en el archivo, allí en la biblioteca de Jerez, ¿tú has pensado lo bonito que sería que la libreta de ‘El Abuelo Viruta’ estuviese recogida en los libros de texto de Historia?
—Hombre, sería bonito, sí. Entiendo que ‘Abuelo Viruta’ habrá más, a nivel nacional. Aquí hubo uno en Jerez, ¿no? que fue mi abuelo José María Sánchez Barrios. Me gustaría, claro que me gustaría, que el día de mañana en los libros de texto digan: Mira, ahí hay un documento, una lista manuscrita de un humilde
carpintero que quiso ser valiente y apuntar a todos sus vecinos, amigos, conocidos… que fueron desapareciendo. Él los apuntó para que quedara constancia. Lo hizo a su manera, y gracias a eso, pues… es lo que tenemos hoy en día aquí en Jerez.

José María Sánchez Barrios (Jerez, 1896), conocido popularmente como ‘El Abuelo Viruta’, no aparece en este libro como fusilado, sino como apuntador. Porque gracias a su diminuta libreta, donde fue apuntando a todo aquel que iba desapareciendo o era arrestado tras el Golpe de Estado, “se ha conseguido un registro fiable” de los asesinados por el bando sublevado en Jerez de la Frontera.
“Mi abuelo registró hasta 131 personas, constatadas con su nombre, apellido o apodo, y sus profesiones”, señala su nieto Daniel Jiménez Sánchez (Jerez, 1971). “Eso es lo que hay en la libreta, luego fueron más los fusilados, lógicamente. Y por aquello que hizo, el abuelo siempre estaba asustado”, añade.

A lápiz y con una impoluta y legible caligrafía, en su cuaderno se pueden leer repetidos oficios como son: trabajadores de bodega, albañiles, carpinteros, hojalateros, archiveros, documentalistas, escribientes… En su mayoría, varones, también aparecen mujeres junto a sus maridos. Y gracias a este listado que la familia donó al archivo municipal de la ciudad, los familiares de víctimas de la Guerra Civil Española, han podido coger un hilo del que ir hilvanando una historia silenciada y malamente sepultada. Igual que hizo su nieto cuando se topó con la historia de su abuelo.

“Desde muy pequeño destaca el abuelo José por su don de la buena escritura y su afición por la lectura, los toros, la política social y la cultura en general, siendo su principal oficio aprendido el de la carpintería, aunque también trabajaría repartiendo a domicilio novelas de entrega por toda la provincia, estando empleado por Rafael del Águila (gran guitarrista flamenco de Jerez) que regentaba el negocio de encuadernación y reparto”. Así narra Daniel los comienzos de la vida de José María Sánchez Barrios en su blog ‘De un Jerez de recuerdos’ que emprendió en el año 2007.

Daniel descubrió el hallazgo de su abuelo gracias a la labor de conservación que llevó a cabo su tía Consuelo Sánchez Pazos (Jerez, 1925) de la vida de su padre, ‘El Abuelo Viruta’. “A mí, mi tía Elo, vagamente puedo recordar, si alguna vez me comenta el tema del listado. Es, una vez que ella fallece, cuando mi madre me dice: ¿Qué vamos a hacer ahora con todo lo que tenemos aquí?”, señalando cajas y cajas de fotos y documentos que atesoraba Consuelo.

“Había una caja especial, era como un cesto de esparto, donde tenía algunas herramientas de carpintero; estaba un libro de dibujos de él, de la carpintería de la calle Pollo; de muebles, de medidas, de notas de entrega, albaranes… Y luego estaba la libreta más pequeñita, que era esa que te digo: donde había anotado cosas de carpintería y cuentas, pero también estaba el listado. Cuando yo lo veo, es cuando le pregunto a mi madre; pero no sabe. Y se lo doy a mi tío Juan, que sí tenía conocimiento del listado. Me dijo: Eso lo apuntó el abuelo”, relata Daniel, a lo que continúa: “Y yo: Bueno, ¿qué hacemos con esto? Y él me dijo que lo iba a llevar a la asociación de Memoria Histórica de Jerez, junto con otras pertenencias
de mi abuelo”.

La inquietud de guardar la memoria, de conservar lo vivido, la historia, va un poco en la sangre de la familia Sánchez. En su día lo hizo ‘El Abuelo Viruta’, luego la tía Elo y en la actualidad, Daniel ha cogido el relevo. “En principio yo empiezo un blog porque soy… un poco nostálgico de las cosas antiguas. En aquellos años veía que en Jerez se estaban perdiendo muchas cosas del patrimonio callejero: tiendas,
negocios… Yo empecé a enfocar el blog por ahí”, comparte Daniel. “Pero cuando fallece mi tía Consuelo, es cuando ya lo convierto en algo familiar. Ahí empiezo mi pequeña labor de investigación yendo a ver a mis tíos, que todavía vivían. Me iba a merendar con ellos, ponía la grabadora…”.

Cuando fallece su tía Elo, a Daniel se le enciende una chispa y decide que su blog más allá de recoger anécdotas o datos de inmuebles, hable de la historia de su familia a través de los objetos. “Siempre he dicho que puede haber muchos museos que te enseñen cómo vivían los romanos hace una pila de años, pero yo creo que un museo sobre la vida que vivimos hace 40, 50, 60, 80 años… Sobre todo porque tengo un montón de artículos de mi tía: del Villamarta, de la plaza de toros, de las peñas, entradas de cine…, que para mí eso esté documentado en algún sitio… Y eso es lo que intenté hacer; pero en internet”, confiesa Daniel.

—¿Por quién haces todo esto?
—Pues mira, lo hago por mi abuelo, lo hago por mi tía y lo hago por mí, porque yo necesito muchas veces transmitir lo que siento. No soy escritor: yo escribo como creo buenamente debe de estar recogido un escrito sobre un pasaje, sobre mi familia. A lo mejor lo puedo retocar y tal, pero me nace, me nace eso, esa inquietud.

El blog de Daniel ha ayudado a que muchas familias recuerden a sus familiares víctimas del Franquismo e indaguen sobre su historia, igual que en su día la libreta de su abuelo fue una pieza esencial de la que partir… Si bien los objetos se heredan, la esencia familiar también se transmite de generación en generación.

“Para mí este trabajo me ha servido para darle un poco de paz a mi conciencia, así como que la gente tenga una conciencia sobre lo que ocurrió. Estoy seguro de que habrá muchísimas historias personales sobre familiares que tengan tanta validez como la mía, pero que no sepan llevarlo a internet ni sepan cómo aportarlo a la asociación, pero seguramente habrá cientos de testimonios que se perderán con el tiempo y que…, será una pena”, lamenta Daniel. “Yo he vivido prácticamente en democracia, nací en el 71; pero cómo vivieron nuestros antepasados en los años 40 es una historia que no se puede olvidar. Nunca. Jamás. Es un acto necesario de recuerdo, de dignidad y de justicia”, concluye el nieto de ‘El Abuelo Viruta’.

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